No soy morena y no me gusta el Martini con hielo. No soy alta, en realidad, ni siquiera llego al metro setenta, aunque con tacones altos lo sobrepaso. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa muy rápido. No suelo llorar demasiado, pero cuando lo hago no hay quien me pare, pero soy tan divertida en ocasiones que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte.Tengo pánico a enamorarme, no me gusta que me traten con cariño, por lo cual no lo soy, tengo miedo y le cierro las puertas al amor. Me escribo frases en las manos y nunca me acuerdo de hacer lo que tenía escrito. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. También te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco coqueta también, para qué negarlo. Soy algo vergonzosa. Canto en la ducha y escribiré tu nombre en la arena todos los veranos. No te prometo que nos vaya bien, pero pondré toda mi alma en que lo nuestro funcione.
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