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miércoles, 16 de marzo de 2011

ETERNAMENTE.

La verdad, aprecié la diferencia entre querer y amar cuando sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, sí, e querido a muchas personas, pero ninguna pasaba sus manos sobre mí como lo hace él, por eso sé que le amo, y que quiero que sean solo sus manos las que rodeen mi cintura, a su manera..
Al igual que sé que le gusta cuando le llamo tonto de forma irónica y termino diciendo: que no, si sabes que es broma (seguido de un beso). O que le tape los ojos por atrás durante unos segundos para que, cuando se de la vuelta este ahí, esperando que le abraze.. Sí, también sé que adora los besos en el cuello o que le diga al oído frases cortas, pero sinceras.. Como por saber, sé que darle un abrazo significa: quiero quedarme así siempre y juntar frente con frente es incitar a que se acelere el corazón. Sé los lunares que tiene en el cuello y la forma de su ombligo, que le gusta el pelo corto o largo, no algo intermedio, o que cuando apoya la espalda sobre la pared y agacha la cabeza, le pasa algo.
Llenarle de caricias hace que entre directo en un mundo de sueños, como yo cuando él me las hace ami, claro. Tan sencillo es embobarte en sus ojos infinitos que podría pasarme un día entero mirandole. Y el simple echo de que me recoga el pelo y me lo eche a un lado, es un placer.
Un día tonto o malo, no es nada si él esta ahí para intentar cambiar el mundo, con tal de no verte llorar.

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